Que sus
finanzas no arruinen su matrimonio
Por Paola Arias
Gómez
Decir ‘mentiras’ financieras, despilfarrar el dinero o
crear dependencia económica pueden convertirse en un
verdadero dolor de cabeza en su matrimonio.
Diez
consejos para aprender a manejar las finanzas de esa
empresa, llamada hogar.
Al empezar una
vida en pareja, son muchos los factores que se deben
tener en cuenta para tener una convivencia agradable.
Un
tema bastante delicado, es la administración de las
finanzas del hogar, que en muchos casos no se discute
antes o después del matrimonio, pero sí puede llegar a
ocasionar serios problemas en esa empresa, llamada
hogar.
Gastar el dinero de forma irresponsable, asumir
deudas insostenibles o decir ‘mentiras’ financieras
pueden convertirse en un verdadero dolor de cabeza.
La
planeación financiera
es la única forma de tomar conciencia sobre las
necesidades económicas en el hogar y determinar las
estrategias más apropiadas para lograr metas comunes.
Al igual que las personas, el matrimonio
tiene un ciclo de vida financiero (acumulación de
capital, crecimiento de capital, preservación del
capital y transferencia de capital), en donde el manejo
de las finanzas es una tarea en la que hay que
compartir.
No se
puede olvidar que después del matrimonio, su cónyuge se
convierte en su socio financiero más importante. Y como
en cualquier sociedad, las estrategias financieras en el
matrimonio funcionan si se basan en la comunicación
abierta, basada en la confianza.
Aquí le
presentamos diez recomendaciones, que lo ayudarán a
prevenir esos problemas, antes de que se tenga que
lamentar:
NO tenga
secretos financieros
Lo más importante es decir la verdad sobre sus deudas,
sus gastos, sus inversiones y sus hábitos de consumo. Si
ambos conocen los movimientos financieros del otro, se
ahorran malos entendidos y cada uno sabrá que es lo que
el otro desea.
También dará la oportunidad de definir
cuáles son las prioridades para ambos y empezar a
trabajar por hacer realidad sus sueños.
No hay que
esperar hasta que se presente un problema para abordar
el tema del dinero, pues otras emociones pueden
opacarlo.
Al momento de hablar estos temas vale la pena
usar un lenguaje claro y tranquilo. Hay que evitar
expresiones como “tu nunca me das plata” o “eres un
tacaño”.
También hay que ser flexible, generoso y buen
negociante, de lo contrario puede haber una lucha de
poder entre ambos, en la que se hieran
susceptibilidades, causen frustraciones y hayan malos
entendidos.
Ahorre
conjuntamente
Es clave iniciar una cultura de ahorro de manera
constante y periódica, y proteger el patrimonio
construido.
Los expertos coinciden en que,
independientemente de los gastos fijos del hogar, ambas
personas deberían destinar por lo menos el 10% de su
sueldo como un ahorro. Estos recursos deben destinarse
tanto para cumplir objetivos financieros de corto y de
largo plazo, como para cubrir imprevistos.
Identifique metas comunes
Definir metas de corto y de largo plazo conjuntamente,
así como crear presupuestos familiares, son algunas de
las herramientas que facilitarán administrar su vida en
pareja.
Lo que se debe buscar siempre es que ambos vayan
en la misma dirección y trabajen por el mismo fin –ya
sea programar las próximas vacaciones, comprar una casa,
cambiar de carro, montar un negocio, volver a estudiar o
planear su jubilación-.
Si se
lleva un registro de ingresos y de gastos,
podrán conocer cuál es su estado financiero cada día y
comenzar a hacer una planeación.
Planee su
jubilación desde ya
Comience a ahorrar para su vejez desde joven. Recuerde
que en muy pocos casos la pensión es suficiente para
asegurar un ingreso parecido al salario que recibía
antes de pensionarse, así que vale la pena preguntarse
que maneras puede utilizar para tener otras fuentes de
ingreso cuando deje de trabajar.
Entre más
años le queden para pensionarse, puede usar una política
de inversión más agresiva, para hacer crecer su capital.
Establezca un fondo de
contingencias
Reserve una parte de sus ingresos para un fondo de
contingencias futuras, es decir enfermedades,
accidentes, desempleo o cualquier problema que pueda
presentarse. La idea es que los recursos de este fondo
alcancen para cubrir por lo menos los gastos de la
pareja por seis meses.
Invierta
a la fija
Asesorarse adecuadamente para invertir es otra de las
recomendaciones de los expertos para no descuidar el
aspecto financiero de su hogar. La idea NO es guardar
ese 10% que se ahorra (ya sea para cumplir sus metas o
para el fondo de contingencias) debajo del colchón, ya
que ese dinero va perdiendo valor por la inflación.
Es
aconsejable abrir una cuenta a la vista, en la que se
asuman bajos riesgos y que igual permita generar
ganancias. NO se recomienda invertir los recursos
destinados para contingencias en activos poco líquidos,
como la finca raíz, ya que puede ser difícil salir a
venderlos cuando se tenga una necesidad.
Reparta
las responsabilidades
De la misma forma que se decide quién bota la basura,
quién lleva los niños al jardín o quién hace la comida,
hay que definir la forma cómo se repartirán los gastos
del hogar.
Así que lo
que hay que hacer es compartir los gastos. Se recomienda
asumir los costos fijos por persona y no dividiéndolos,
esto quiere decir, que uno se encargue de pagar los
servicios públicos y otro la cuota del apartamento.
La
idea es que ninguno se sienta abrumado con todos los
gastos, ni que sienta que no tiene suficiente manejo de
las finanzas del hogar. Se deben evitar desacuerdos y
problemas.
Evite la
dependencia económica
NO resulta bastante sano que ambas personas cuenten con
sus propios ingresos y no haya una dependencia económica
ni autonomía. En una relación mediada por el dinero,
puede resultar en sentimientos de inseguridad para el
dependiente y en malos tratos.
Juntos
pero no revueltos
Aunque se trata de la persona con la que ha decidido
compartir su vida, a la hora de gestionar sus finanzas
vale la pena distinguir entre lo que es ‘suyo’, ‘mío’ y
‘nuestro’.
Hay que definir entonces si van a crear una
cuenta colectiva en la que depositarán los ahorros para
la compra de la casa o la educación de sus hijos.
Además, es
conveniente tener unas cuentas individuales, para
manejar los gastos propios a su discreción e incluso
satisfacer uno que otro capricho. Esta última opción, no
implica una pérdida de confianza con la pareja, ya que
no tiene que ocultarse la existencia de este tipo de
cuentas.
Firme
capitulaciones
Aunque puede parecer poco romántico, las capitulaciones
antes del matrimonio permiten dejar las cuentas claras
desde un principio.
Al firmar
capitulaciones, la pareja puede acordar que determinados
bienes que normalmente harían parte de la sociedad
conyugal, no lo sean.
Por ejemplo, uno de los dos podrá
dejar por fuera las acciones que tiene en una
determinada compañía, el apartamento que recibió o el
carro que acaba de comprar.
Sin
embargo, hay que tener en cuenta que las capitulaciones
NO excluyen la sociedad conyugal, solo sirve para
determinar que bienes la conforman y excluir otros
http://www.finanzaspersonales.com.co/consumo-inteligente/articulo/que-finanzas-no-arruinen-su-matrimonio/36789
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