Puede que esto no sea cierto del todo pues la mayoría de las relaciones de hoy dividen los gastos por igual, pero no por eso tu pareja deja de sentirse mal, deprimida y hasta presionada por su entorno.
Para que esa
situación pasajera, pero también incierta, no se convierta en un
motivo de disgustos o en una realidad insoportable, hemos preparado
algunas recomendaciones para que juntos aprendan a sobrellevar el
problema lo mejor posible. Recuerda, tu eres el apoyo de tu pareja y
de ti dependerá en buena parte que logren salir a flote
Tolerancia: Toma la noticia con tranquilidad y háblale con palabras positivas. Ten en cuenta que es una etapa muy difícil para él y no es justo que le hagas sentir que todo es una catástrofe o que por su culpa las cosas se van a complicar para los dos.
Apoyo: Claramente vas a tener que apoyarlo económicamente, pero esto no basta pues tu pareja también va a necesitar de ti emocionalmente.
Ese apoyo se debe centrar en que tu mantengas la tranquilidad, en que procures no hacer comentarios que lo descalifiquen o que tengan que ver con quejas por plata porque lo único que lograrás es hacerlo sentir peor.
Ánimo: Tus palabras pueden lograr que proyecte un mejor futuro. Anímalo a buscar un nuevo empleo mucho mejor que el anterior y hazle ver sus cualidades profesionales.
Ayuda: Pide en la compañía en la que trabajas que te dejen ver las hojas de vida de los nuevos candidatos.
Cuando llegues a casa muéstraselas a tu esposo y juntos redacten o actualicen su curriculum según lo que vieron.
Una vez lo tengan listo, inscríbanlo en todas las páginas de Internet que facilitan la búsqueda de trabajo. Esta actividad también ayudará a que tu pareja se centre un objetivo laboral claro.
Relaciones públicas: Puede que a tu compañero le avergüence pedirle trabajo a sus conocidos.
Ayúdale con tus contactos pues tú, al estar dentro del mercado laboral, puedes hablar con muchas más personas que quizá puedan estar interesados en su perfil.
Reúnete con tus amigas en una tarde de café y cuéntales la situación sin pasar al papel de víctima. Cuida lo que dices y cómo lo dices.
Relajación: No permitas que pensar en el dinero los lleve a encerrarse en la casa o a dejar de hacer las actividades que les proporcionaban placer.
Lo que puedes hacer es programar salidas más económicas, si les gusta el cine ver una película en casa o en un día que baje la tarifa, salir a caminar o hacer deporte en los clubes de tu caja de compensación, etc.
Calma:
Puede que en algún momento te sientas desesperada y por eso creas que necesitas desahogarte. No te apresures a decir las cosas ni intentes buscar culpables.
Unión: Cuando tengas tiempo libre ayúdalo a buscar ofertas laborales sin presionarlo a que vaya a todo. Recuerda que para él así como para ti es importante tener un trabajo agradable y acorde con sus expectativas profesionales.
Planeación: De la manera más tranquila posible planeen juntos los gastos y evalúen en qué podrían ahorrar. Esto ayudará a que puedan llevar la economía del hogar y también le hará ver que tu lo apoyas pero que no por eso las responsabilidades son menos.