Apoplejía, una pequeña
revisión
Por Marcos Elías Navarro Araújo.
MD
Hospital Militar Central (Bogotá
DC, Colombia)
Departamento de Urgencias.
En
esta ocasión el tema a tratar es la Apoplejía, el cual
es un término válido para hacer referencia a la
Enfermedad Cerebrovascular, coloquialmente conocida como
“derrame cerebral” o simplemente “derrame”.
La
Apoplejía es un tema ciertamente complejo por lo cual,
en este escrito haré una revisión superficial del tema,
explicando los aspectos significativos de la misma, sin
profundizar en la fisiopatología ni el tratamiento, dado
este es concerniente principalmente al cuerpo médico.
Primero
hay que hacer la aclaración acerca de los tipos de
Enfermedad Cerebrovascular, la cual se divide en dos
grandes grupos, la Enfermedad
Cerebrovascular de tipo Isquémico, y la Enfermedad
Cerebrovascular de tipo Hemorrágico.
En el
tipo Isquémico, la causa de la Apoplejía es la
obstrucción del flujo sanguíneo a través de las arterias
en el cerebro y/o cerebelo, mientras que en el tipo
Hemorrágico ocurre la ruptura de alguna estructura
vascular, lo cual origina la Apoplejía.
¿Cómo es el cuadro clínico de la Enfermedad
Cerebrovascular?
Los
síntomas referidos por el paciente, o presenciados por
los familiares/acompañantes, y los signos encontrados en
el examen físico, varían de acuerdo al área del cerebro
y/o cerebelo, comprometida.
Es
común encontrar los siguientes síntomas y signos en
pacientes, que padecen un episodio de Apoplejía:
Pérdida
parcial o total de la fuerza en la extremidad superior
y/o inferior en la mitad de cuerpo, el termino médico
utilizado es hemiparesia (pérdida parcial de la fuerza)
y hemiplejia (pérdida total de la fuerza)
- Alteraciones
en la marcha (en probable relación con hemiparesia/hemiplejia,
o alteración en cerebelo) y el equilibrio (sugiere
apoplejía a nivel del cerebelo).
- Amaurosis
(perdida de la visión) o hemianopsia (pérdida parcial de
la visión, o por cuadrantes en campos visuales).-
Disartria (dificultad para
expresarse, es lo que comúnmente se conoce como “lengua
empelotada”.
- Afasia
(incapacidad para comprender las palabras/frases que
escucha o incapacidad para escribir las ideas o
conceptos).
- Alteraciones
comportamentales, una máxima de la medicina es “viejito
apendejado, hematoma subdural asegurado”, haciendo
referencia que todo paciente anciano con cambios
comportamentales consistentes en adinamia/astenia, y
torpeza o confusión, con historial reciente de trauma en
cráneo, puede tener apoplejía de tipo hemorrágico.
- Disminución
en la sensibilidad en la mitad del cuerpo, médicamente
conocido como hipoestesias, si se pierde completamente
la sensibilidad, se conoce como analgesia.
- Alteraciones
en la sensibilidad de una parte del cuerpo, por lo
general el paciente lo describe como sensación de
“hormigueo”, medicamente denominado parestesias.
- Perdida
de la memoria (amnesia).
- Dificultad
para la deglución (disfagia, comúnmente conocida como
“dificultad para tragar”).
- Alteraciones
en la audición (hipoacusia o acusia), alteraciones en el
gusto (disgeusia), alteraciones olfatorias (anosmia,
cacosmia, entre otras).
- Cefalea
(dolor de cabeza), cuando la aparición es súbita y la
intensidad severa, sugiere posible apoplejía de tipo
hemorrágico, sobretodo si empeora con maniobras de
valsalva (toser o pujar, por ejemplo) o despierta al
paciente durante la noche (habiendo conciliado el sueño
previamente, sin presentar cefalea).
- En
algunos pacientes, convulsiones.
Una
forma fácil y sencilla de sospechar la presencia de
Apoplejía es la
Escala de Cincinnati, la cual evalúa tres
componentes, que se explican a continuación:
Asimetría facial:
Lo normal es que ambos lados de la cara se muevan
simétricamente, sin desviaciones de la comisura labial
niptosis palpebral (parpado caído). Si un lado de la
cara se mueve de forma asimétrica, o desigual con
respecto el lado contralateral, se considera anormal.
- Fuerza
en los brazos: Se evalúa la fuerza
en ambos brazos, la cual debe ser igual por lo tanto, si
la fuerza de un brazo está disminuida con respecto el
contralateral, se considera anormal este ítem.
- Lenguaje:
Se considera anormal, si el paciente presenta disartria.
Si el
paciente presenta alguno de los ítems anteriores, se
puede sospechar la presencia de apoplejía por leve que
sea la alteración, se debe tener en cuenta que paciente
con alteraciones articulares o trastornos neurológicos
de base o secuelas de apoplejías previas, pueden dar
falsos positivos, al realizar esta prueba/escala.
¿Qué
hacer ante la sospecha o seguridad, de estar frente a un
caso de Apoplejía?
Se debe
consultar al servicio de Urgencias más cercano,
preferiblemente de mediana o alta complejidad, dado
estos centros sanitarios cuentan con la infraestructura
física y humana, necesaria para atender a este tipo de
paciente, sobretodo si el diagnóstico es confirmado.
La
forma de establecer la etiología isquémica o hemorrágica
de la Apoplejía, es mediante valoración médica, por lo
cual en lo posible no se automedique o suministre
medicamentos no prescritos por profesionales, al
paciente.
No
consuma Ácido Acetilsalicílico o cualquier antiagregante
plaquetario (Clopidrogel, por ejemplo) ni
anticuagulantes (Warfarina, Dabigatran, entre otros)
como forma de “manejar” un caso de Apoplejía, porque de
llegarse a establecer la etiología hemorrágica del
mismo, habrá empeorado el cuadro clínico y estará en
riesgo la vida del paciente.
El
tiempo ideal del manejo de las Apoplejías Isquémicas, es
dentro de las
primeras 4 horas,
dado se puede “recuperar cerebro”, dado se evita
la extensión del daño por la oclusión vascular arterial.
En la
Apoplejía Hemorrágica, el tiempo de atención dependerá
del área comprometida y la extensión de la misma, además
de la presencia de Hipertensión Endocraneana.
Espero
esta revisión superficial pero concisa, sea útil y
permita al lector conocer acerca esta enfermedad.
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