El
Juramento Hipocrático y el Ars Médica
Por: Marcos Elías
Navarro Araújo.
MD
Universidad Libre de Colombia
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La Medicina se caracteriza de muchas otras respetables
profesiones y oficios porque es ciencia y arte a la
vez,
es una profesión milenaria, la cual como todas ha
evolucionado durante el pasar del tiempo y lo sigue
haciendo, y todo esto producto de la incansable búsqueda
de conocer y combatir la enfermedad.
Al principio,
enfermedad atribuida al castigo divino, posteriormente
al desbalance de los componentes corporales no
demostrados científicamente, luego conociendo que la
enfermedad tiene una causa racional y lógica, y acá está
la medicina hoy, evolucionando a grandes pasos ya no de
forma mágico religiosa, ni empírica sino, científica,
por lo cual es ciencia.
La medicina es arte porque
contiene tradición, aun en nuestros días conserva
“rituales” simbólicos, posee una gran historia en las
que se enseña el arte médico, el Ars Médica en latín,
entre los que se destacan los códigos deontológicos
médicos, gracias a los cuales se ha sustentado la base
de la relación médico-paciente, que es invaluable y
necesaria para cumplir los objetivos de la medicina.
Pero, es triste saber que
hoy en día esta relación médico-paciente este siendo
reemplazada por una relación médico-usuario o
médico-cliente; esto ocasionado por los diversos cambios
de normatividad y legislación sanitaria, por la robótica
médica, por la comercialización de la medicina, entre
otros factores.
Es indispensable rescatar
esa relación, que el paciente vuelva a creer en el
médico y viceversa, que no sea visto como un cliente,
sino como su par humano, quien tiene sentimientos,
emociones, sufrimientos y necesidades como persona que
es.
Por eso traigo a citación el Juramento Hipocrático
(atribuido a Hipócrates de Cos, quien vivió en Grecia
Antigua en el siglo V a.C), el cual hoy en día contiene
un carácter simbólico pero aún es un código de ética
respetable, actualmente lo pronunciamos los médicos
antes de recibir grado junto con el juramento de la
declaración de Ginebra (versión actualizada).
Hago
énfasis en el Juramento Hipocrático porque al leerlo sé
que comprenderán el por qué digo que la medicina es arte
como lo dije en párrafos anteriores.
El Juramento dice lo
siguiente:
Juro por Apolo Médico, por
Asclepio, por Higiea y Panacea, por todos los dioses y
diosas, poniéndolos por testigos, que cumpliré en la
medida de mi capacidad y mi criterio este juramento:
Tener a mi maestro en este arte en la misma
consideración que a mis progenitores; compartir con él
mis bienes y en caso de necesidad, transmitirle parte de
los míos; tener a sus hijos como mis propios hermanos y
enseñarles este arte si desean aprenderlo, sin
honorarios, ni compromiso; transmitir los preceptos,
enseñanzas orales y el resto de aprendizaje a mis hijos,
a los de mi maestro y a los discípulos comprometidos y
juramentados según la ley médica, pero a ningún otro.
Haré uso del régimen en
beneficio de los enfermos, según mi capacidad y mi recto
entender y, si es para su daño e injusticia, lo
impediré. A nadie daré aunque me lo pida un remedio
mortal, ni tomaré la iniciativa de proponer una cosa
así. Del mismo modo, tampoco proporcionaré a una mujer
un pesario abortivo.
De forma más pura y santa
pasaré mi vida y ejerceré mi arte, no cortaré, por
cierto, a los enfermos de piedra sino que los dejaré en
manos de los hombres que realizan esa práctica. En todas
las casas en las que entrare, lo haré en beneficio de
los enfermos manteniéndome lejos de toda injusticia
voluntaria, y de toda corrupción en general, y sobre
todo del trato amoroso con mujeres u hombres, libres o
esclavos.
Todo lo que viere o
escuchare en el ejercicio de mi profesión, o fuera de
ésta, en relación con la vida de los hombres, si ello no
debe ser divulgado jamás, lo mantendré en silencio,
teniendo tales cosas por secretas.
Por tanto, si cumplo este
juramento sin quebrantarlo, que me sea dado disfrutar de
la vida y de arte, honrado entre los hombres por siempre
jamás. Pero, si lo violo y soy perjuro, que mi suerte
sea la contraria.
Luego de haber leído el
Juramento, describiré algunos de sus componentes para su
compresión, visto que no todos los lectores son médicos.
Inicialmente recurre a
invocar a los “dioses” de la Medicina, se destaca que la
escuela hipocrática se aparta del pensamiento de la
enfermedad como castigo divino, porque la invocación de
las divinidades solo es para usarlos como testigos del
juramento y no para invocar su poder o perdón del
castigo (enfermedad) al paciente.
Luego hace énfasis al
respeto que guardará a quienes le enseñaron a ser
médico.
Esto es porque la medicina antiguamente no era
enseñada en claustros universitarios sino que el
aprendiz era un discípulo del maestro, y viajaba a donde
este iba, y cuando el maestro consideraba que el
aprendiz tenía conocimiento necesario para ejercer la
medicina, el nuevo médico podía ejercer
independientemente o seguir a su maestro, en ambas
situaciones le guardará respeto.
La medicina solo era
reservada a personas consagradas o iniciadas y solo a
ellos se les podía enseñar.
Actualmente dicho párrafo
del juramento se cumple no de forma literal, pero aun
guardamos respeto por nuestros maestros y solo se enseña
medicina a los aceptados en una facultad médica.
En el siguiente componente
del juramento se hace énfasis a la beneficencia, como
decía el maestro Hipócrates “Primun non noceré” que
significa, lo primero es no hacer daño.
El médico debe
evitar dañar al paciente, esto solo se consigue
preparándose bien, obteniendo el conocimiento necesario
y evitando las cosas que hagan mal, también se destaca
que se pone de manifiesto que el médico solo sirve a la
vida, y nunca servirá o será emisario de la muerte,
porque queda rotundamente prohibido las practicas,
consejos y sugerencias que puedan conllevar al fin de
una vida humana.
Siguiendo con lo plasmado
en el Juramento, el futuro médico jura no hacer las
cosas que no son de su oficio, porque en ese entonces,
la medicina y cirugía eran artes separados, los
cirujanos eran barberos, un oficio diferente a la
medicina.
Actualmente la cirugía hace parte de la
medicina, pero esta parte del juramento aún tiene
significado, el médico no debe hacer acciones para las
cual no esté preparado, ejemplo un médico general
haciendo procedimientos propios de especialistas. De
igual forma resalta la prohibición de la lascivia, esto
implica el respeto por el paciente, no involucrarse ni
prestarse a los placeres carnales con los pacientes, lo
cual quiere decir que cuando el médico examina al
paciente lo hace desde un punto de vista profesional,
con respeto, sin abusar de la confianza que el paciente
ha depositado en el galeno.
Luego se jura por guardar
el secreto profesional, esto es importante porque es
cuota de garantía del paciente para confiar sus aspectos
más importantes al médico.
Este secreto sustenta que la
relación con cada paciente es única. Además del
paciente, el secreto profesional se extiende a todas las
actividades humanas, y al vivir cotidiano, es un código
de honor.
Al final del juramento,
viene parte relacionada con la compensación por
guardar el juramento, esto implica que el médico debe
devengar un sueldo, conforme a sus acciones, a los
frutos de la profesión, debe ser respetado en la
sociedad. Pero si falta al juramento que no ocurra lo
anterior.
Como
podemos ver, el juramento es un código de honor y ética,
a pesar que ha pasado muchos siglos desde su
elaboración, su contenido es aplicable aun hoy en día.
Con este artículo quiero concientizar al lector sobre lo
importante que es la relación médico-paciente y que es
un deber tanto de médicos y pacientes rescatar esta
relación a pesar que las circunstancias actuales tiendan
a indicar otro rumbo.
Espero haya sido
de su agrado este escrito, cualquier duda, sugerencia o
consulta, la pueden realizar al e-mail
mna051@hotmail.com
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