Nicotina sube al cerebro de
manera gradual, dice experto
Washington
La
sustancia se concentra de manera gradual en el cerebro de los
fumadores y no en cada
bocanada, dijeron investigadores en un
estudio que tal vez aporte nuevas
recomendaciones para dejar el
tabaco.
La nicotina tarda varios minutos en llegar al cerebro, dijo el
doctor Jed. E. Rose, de la Universidad de Duke, en la edición
digital de la publicación Proceedings, de la Academia Nacional de
Ciencias.
"Nos sorprendió encontrar que la nicotina sube a un ritmo muy
diferente a lo que uno siempre escucha", dijo al subrayar que en
teoría, el efecto de la nicotina llega al cerebro siete segundos
después de cada bocanada.
En su intento por determinar si esto era verdad, Rose examinó
cerebros con escáner para medir los niveles de nicotina en 13
fumadores regulares y en 10 personas que tenían el hábito de manera
ocasional, lo que indicaba que no eran adictas a la nicotina.
El cerebro tardó entre tres y cinco minutos para registrar niveles
máximos de nicotina. Los cerebros de los fumadores adictos se
tardaban más en registrar esos niveles que los de los fumadores
ocasionales, según los investigadores.
"Este ritmo más lento se debía a que la nicotina permanece mayor
tiempo en los pulmones de los fumadores adictos, tal vez debido al
efecto crónico del fumar en esos órganos de respiración", dijo Rose.
"Ahora que sabemos que no existen estas alzas" que se esperaban, los
investigadores tendrán más capacidad para desarrollar nuevas
opciones que ayuden a los fumadores a conseguir la dosis de nicotina
que necesitan sin que les cause adicción, agregó.
El laboratorio del experto, por ejemplo, desarrolla un inhalador que
suministra un rocío de nicotina sin combustión a los consumidores de
tabaco.
Algunas preguntas persistentes incluyen por qué algunas personas se
vuelven adictas a los cigarrillos y otras no. La diferencia en la
tasa de concentración de nicotina en el cerebro no lo explica, según
los investigadores.
Los nuevos hallazgos de Rose confirman una investigación previa
sobre los niveles de nicotina en la sangre, expresó el doctor
Kenneth A. Perkins, profesor de la Universidad de Pittsburgh, quien
también estudia la adicción a la nicotina.
"Lo que en verdad tiene que ver en la adicción es el cerebro",
apuntó.
La presunción era que un efecto crítico del fumar se debía a la
dosis de nicotina que se recibía en cada bocanada sucesivamente,
dijo Perkins.
"Rose ha mostrado que al menos cuando uno analiza los niveles de
concentración en la sangre y el cerebro, eso no es lo que ocurre; la
concentración de nicotina ocurre de una manera mucho más gradual",
afirmó.
Aunque el estudio fue financiado por las tabacaleras Philip Morris
USA y Philip Morris International, los expertos señalaron que ambas
compañías fueron ajenas al diseño y realización de la investigación
o análisis de los resultados.
Con información de AP
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