Un
poco de historia
Invasión o mercado publico
Hace varios años, durante la
administración del
doctor Jorge Chams Cure, se
realizó los tramites ante Findeter para obtener un crédito
e iniciar en firme una de las
obras macro que la población
necesitaba.
Se trataba del mercado de la
Cordialidad, obra que costo la
suma de $ 1200 millones de pesos
y que el municipio pagaría
mediante cuotas.(para ese
entonces)
Tiempo seguido paso la
administración del doctor Jairo
Altamar Colon quien lucho duro
para terminar la obra y ponerla
a funcionar. Le toco al doctor
Jesús Sarmiento llevar
pacíficamente a los vendedores
del centro hacia la nueva
edificación.
Después de varios años y bajo la
administración del doctor Juan
Manotas Roa, la vieja
edificación del mercado central
fue destruida y el terreno quedo
a merced de algunos vendedores
ambulantes que bajo la condición
de desplazados, ubicaron las
primeras carretas llenas de
frutas, sin que los funcionarios
de turno hicieran nada por
evitarlo.
Rápidamente la nueva plaza de
mercado fue abandonada por los
arrendatarios, quienes aducían
que los compradores no llegaban
hasta la plaza de la Cordialidad
por falta de transporte y que su
capital lo estaban perdiendo.
Los meses pasaban y la
estructura interna del "famoso"
mercado nuevo fue destruida por
personas indolentes que bajo la
ignorancia acabaron con un
patrimonio municipal.
Lo sorprendente del caso fue ver
como los comerciantes que habían
desertado del mercado de la
Cordialidad en pocos días
estaban ubicados en pleno centro
de la ciudad, a solo 100 metros
de la Alcaldía Municipal,
dándole
a la zona un aspecto tugurial.
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Hoy miramos con tristeza como
parte de las calles 20 y 20A con
carreras 17A y 18 se encuentran
taponadas por muchos vendedores
ambulantes y dueños de graneros,
que asolapadamente se han
apropiado del espacio publico exponiendo a
miles de peatones a desafiar los
carros y motos que pasan por el
lugar.
Foco
de enfermedades
Pero si damos un vistazo a la
invasión que esta a pocos metros
del centro y que muchas personas
lo llaman mercado publico,
podemos observar en horas
nocturnas como los perros y
ratas se suben a las mesas donde
expenden carne de cerdo, carne
de res y algunas frutas en busca
de alimentos, con el perjuicio
que muchos de estos animales
dejen microbios que mas tarde
termine en una epidemia en
cadena. A esto se le suma la
falta de sanitarios para los
vendedores.
Hay que recuperar
el espacio publico
en Sabanalarga