La utilización de la pobreza en
temporada de elecciones
Por Pancracio el Indiscreto
En
la Grecia de Pericles, el depositario de la autoridad era un individuo que tenia
como función principal servir a los demás.
Se trataba realmente de una carga, pero con el tiempo la carga se volvió
cargo, es decir, se convirtió en una manera de conseguir honores y prebendas, y
entonces los miembros de la manada empezaron a pelearse por él.
Originalmente empleaban argumentos sutiles como el garrote con púas y la
maza, pero luego, en vista de los dolores de cabeza que estos debates
producían, se inventaron una formula mas traumática: el que contaran con el mayor número de mazas era el que
tenia derecho, como cualquier reina de belleza, a empuñar el cetro.
Los
garrotes fueron reemplazados por los votos y de esa manera nació la democracia,
una variedad suavizada de la fuerza bruta, pues en ella tiene la razón, aunque
no la tenga, el que tenga a su favor la muchedumbre.
El sistema ha subsistido por la sencilla razón, como decía el finado
Churchill, de que las demás formas de gobierno son aún peores, pero resulta
pertinente recordar lo que le pasó a un maestro de escuela que se reunió con
veinte horas y les expuso la complicada teoría de que uno mas uno son dos.
Los hotentotes no estuvieron de acuerdo con tan extraño planteamiento y
alegaron que uno o mas uno era tres. Se
formó la pelotera y cuando ya iban a recurrir a los garrotes para resolver la
disputa que en eso se había convertido– alguien propuso que para
finiquitar la trifulca se apelará al procedimiento democrático de la
votación. El maestro resultó
profusamente derrotado, por supuesto, y desde entonces se sabe en la aldea
global que uno mas uno son tres.
Cuando
la democracia se fundamenta en los votos de ciudadanos con libertad económica y
capacidad selectiva, siempre son elegidos los mejores.
Pero cuando los votantes no saben en donde están parados, o sí saben,
pero no tienen con qué conseguir el arroz y la carne para mitigar el hambre, se vuelven
victimas de los peores. Que de esta
manera, a través del clientelismo, no resultan solucionando sino utilizando la
pobreza de los demás. Para eso
buscan y ejercen el PODER.
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