Columna: Reflector Mundial
Una propuesta vs el
cambio climático.
Por Ignacio Pareja Amador
www.reflectormundial.blogspot.com
Son
estos días de intensa lluvia, que según los pronósticos
cubrirán gran parte de México, los que me hicieron
reflexionar acerca de la importancia del cambio
climático y el calentamiento global como elementos que
agravan y potencializan los efectos de los fenómenos
atmosféricos, llámese huracanes, ciclones, tifones o
tormentas.
Los culpables de este juicio por la
justicia natural somos los seres humanos, quienes
cegados por la idea de un desarrollo económico de bajo
costo y con amplios rendimientos, hemos apostado por
enriquecernos o imitar una riqueza material y
consumista, sobre la base del empobrecimiento de
nuestros recursos bióticos, cuya función natural es
mantener el equilibrio en este sistema llamado tierra.
El hecho de que
los
países latinoamericanos hayamos apoyado nuestra idea de
progreso en la sobreexplotación de los recursos
naturales, no sólo nos ha alejado de la innovación y la
transformación de nuestro sistema productivo, sino que
nos condena a compartir la responsabilidad de tener un
mundo cada vez más agresivo en sus manifestaciones y
pone en riesgo el principal objetivo de nuestra especie:
la supervivencia.
La Historia
de las cosas.
Lo que le espera a nuestro
planeta ...
No dejes de ver
este interesante
video
Al respecto, una
propuesta interesante transita entre
los círculos académicos de nuestra
región. Ésta
consiste en darle un
valor económico distinto a los
recursos bióticos que nuestros
países poseen. Estamos hablando de
cambiar la perspectiva de
explotación, por una de
preservación, que generé mayores
ganancias económicas y que
contribuya a mantener el equilibrio
del entorno ecológico. Para muchos,
cuidar el medio ambiente debe ser
una cuestión de convicción, sin
embargo, nos hemos dado cuenta que
al estar inmersos en este sistema de
organización económica global, los
países verían más atractivo
conservar como un fin lucrativo, que
hacerlo como un bien común.
En este tenor la pregunta obligada es:
¿quién daría los apoyos a aquellos países que conserven
y protejan sus recursos bióticos? para complicarlo un
poco más: ¿con base en qué parámetros mediremos el valor
económico de los mismos?, ¿es posible que los países
desarrollados acepten apoyar a quienes mantengan vivos y
sanos los pulmones del planeta?
La propuesta tiene una lógica simple:
premiar a quien cumpla con los objetivos de
conservación, preservación y protección de los recursos
naturales del planeta. Estos apoyos pueden ser el
aliciente para fomentar la aplicación de los principios
de desarrollo sustentable en las políticas públicas de
nuestros países, para revertir el daño que le hemos
hecho a nuestros ecosistemas (Latinoamérica es la región
con la tasa de deforestación más alta del mundo). Es una
iniciativa que puede proponerse en el marco de la Cumbre
Mundial sobre Cambio Climático a celebrarse en México a
finales del presente año, quizá podamos ampliar el
alcance de la misma, no sólo con la creación de un
Tratado jurídicamente vinculante que sustituya al
Protocolo de Kioto, sino con la implementación de apoyos
económicos, a quienes en vez de explotar sus recursos
naturales, los preserven en pro de la humanidad.
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