Departamento
de Bolívar
Un policía y su mujer,
tras el asesinato de embarazada Domingo 20 de Julio de
2014 - 12:04am
Josefa Cardona, de 33 años y quien fue
detenida por las autoridades,
se había ganado la confianza de la víctima. Al lado, con su
pareja, el policía Andrés Díaz, también sospechoso.
Josefa Cardona, única capturada por el caso,
permanece tras las rejas. Buscan al agente sospechoso.
Es una historia de horror de la que la
capital de Bolívar no se repone. A una mujer de 28 años, con
ocho meses de gestación, le extrajeron su criatura
abriéndole su estómago con una cuchilla, en un quiosco
ubicado a 30 pasos de una estación de Policía. La
descuartizaron en la noche, envolvieron el cuerpo
desmembrado en una colchoneta y prendieron una hoguera para
carbonizarla. Posteriormente enterraron los restos
calcinados en una fosa.
El director seccional de Fiscalías en
Bolívar, Vicente Guzmán Herrera dijo, “estupefacto”, que el
“escabroso crimen no tiene precedentes” en la ciudad.
Aún más, algunos investigadores piensan que
ni el más ingenioso libretista de películas de Hollywood se
le hubiera ocurrido “semejante guión de terror”,
protagonizado por “mentes enfermas que maquinaron un
homicidio tan espeluznante como extravagante”.
Todo empezó a develarse el pasado sábado,
cuando un perro callejero, que suele merodear la estación de
Policía del corregimiento costero de Manzanillo del Mar,
ubicado a 25 minutos de Cartagena, fue visto por uno de los
agentes de guardia llevando en su boca un brazo humano
chamuscado.
El policía se espantó y dio aviso inmediato
al Comando. Era el descubrimiento de la macabra historia de
la que fue víctima Kellys Zapateiro Guzmán, una estudiante
de peluquería, de quien su misma madre Iris Guzmán dijo que
padecía deficiencia cognoscitiva y que asistía a una jornada
de refuerzo para estudiantes especiales. Era la última
de tres hermanas y madre soltera.
Hasta ahora no se ha revelado la identidad
del padre del hijo que llevaba en sus entrañas.
El pasado jueves en los alrededores del
Centro de Servicios Judiciales, en la convulsa zona de La
Matuna, había un ‘avispero’ humano incontrolable. Tanto, que
hubo necesidad de pedir la presencia de los antimotines del
Esmad de la Policía para preservar el orden en la zona.
Cerca de 300 personas, entre curiosos,
familiares y amigos de la víctima y de la presunta
victimaria se apiñaban en los alrededores de la edificación
judicial, ubicada en la plaza Benkos Biohó, para ver a la
principal sindicada del asesinato de Kellys.
Josefa Cardona Ortega, de 33 años, estaba en
la audiencia de imputación de cargos después de haber sido
detenida a la salida de la clínica maternidad Rafael Calvo,
en la zona suroccidental de Cartagena. Llegó a ese centro
médico el sábado en la madrugada en dos ocasiones.
Primero, a las dos de la mañana, llevó al
hijo recién nacido de Kellys y dijo que había sido “un parto
prematuro”, que la criatura requería atención y se marchó.
Cuatro horas después se volvió a presentar, con placenta de
la joven muerta entre sus piernas, asegurando que el niño
recién ingresado era su hijo, que lo había tenido
“accidentalmente” en su vivienda.
Kellys Zapateiro Guzmán, asesinada.
Los médicos, horas después, descubrieron la
gran mentira de Josefa y la Policía ya la tenía como
sospechosa del horrendo crimen. Por eso, cuando le dieron de
alta el miércoles pasado, unos policías la aprehendieron y
de inmediato empezó su judicialización.
El brazo que encontró el perro el domingo fue
sometido a pruebas científicas de identificación y se cotejó
con el resto del cuerpo. Pertenecía a la mujer, cuya
desaparición estaba denunciada por su madre desde el viernes
de la semana pasada.
Según la madre de Kellys, esta y Josefa,
quien se había ganado su confianza y amistad, salieron
juntas el viernes 11 de julio, a las 10 de la mañana, a una
supuesta cita médica de valoración del embarazo.
La información que tenía la madre de Kellys
es que su hija y su amiga iban a un control en una fundación
de nombre El Rey, en el sector de los Cuatro Vientos. Esa
fue la última vez que Iris Guzmán la vio. De allí Kellys
salió para las más espantosas horas de su vida.
Las investigaciones revelaron que en vez de
dirigirse a la fundación, que no existe, Josefa llevó a la
muchacha –algunas versiones indican que drogada– hasta la
clínica maternidad Rafael Calvo, registrando malestares.
El video de entrada del centro registra cómo
la joven embarazada, a duras penas se baja del taxi ayudada
de Josefa. Era en realidad la primera parte del escabroso
plan de Josefa. En la clínica la mujer suplantó la identidad
de Kelly. Más tarde se presentó como si ella acabara de dar
a luz, siendo que no estaba encinta.
De acuerdo con el fiscal del caso, Pedro Díaz
Pacheco, Kellys, una vez fue dada de alta, en la noche del
viernes, fue llevada a la estación de Policía de Manzanillo
del Mar, donde estaba de turno el esposo de Josefa, el
agente de la Policía Andrés Díaz, quien se encuentra huyendo
de la justicia y se considera pieza clave de esta historia.
Por motivos que no están totalmente
esclarecidos, el agente y su mujer llevaron hasta un quiosco
a Kellys, tal vez dopada, y procedieron a sacarle a su hijo.
Las investigaciones tratan de esclarecer si la mujer murió
en el procedimiento o fue asesinada posterior a este.
Una vez sacaron al niño, todo hace indicar
que el policía y su mujer procedieron con un machete a
cortar en pedazos el cuerpo de la joven. Lo envolvieron en
un colchón, según las primeras hipótesis, y encendieron una
hoguera para desaparecer todas las evidencias.
La estación de Policía de Manzanillo, donde
ocurrieron los hechos, está en una zona rural, a unos
cincuenta metros de la carretera que conduce al pueblo y en
medio de árboles, sin viviendas cercanas.
Los testimonios indican que las quemas eran
frecuentes en esta área. Incluso, el Fiscal acusa al agente
Díaz de realizar esta práctica, como hecho premeditado para
no despertar sospechas cuando ocurriera el crimen.
Otras versiones dan cuenta de que se escuchó
un disparo, pero el examen del cuerpo de Kellys no revela
herida de bala. También se dijo que el policía acostumbraba
a hacer disparos esporádicamente y hasta que era frecuente
que bajara cocos con un tiro de su arma.
El paradero de Díaz es desconocido. Él habría
pedido permiso el fin de semana de los hechos para atender a
su mujer Josefa, que supuestamente había dado a luz.
Igualmente, la central de la Policía registra una llamada de
Josefa diciendo que quería saber de su esposo en turno para
informarle sobre la novedad de que había parido
prematuramente.
Toda esta confusión se suma a una serie de
procedimientos por aclarar por parte de las autoridades
policiales, como el no aviso al Cuerpo Técnico de
Investigación, CTI, por parte de la Policía, al descubrirse
el cadáver de la mujer.
Incluso, el comandante de la Policía
Metropolitana de Cartagena, coronel Jorge Ramírez, el mismo
lunes, cuando se descubrió el horrendo caso, no reconoció
que se trataba de un cuerpo calcinado y solo se limitó a
hablar sobre el hallazgo de un brazo.
Horas después, cuando Medicina Legal, en
Barranquilla, comprobó que el brazo y los restos calcinados
pertenecían a Kellys, el oficial reconoció el episodio de
horror en el que se sospecha participó uno de los agentes de
la institución y en inmediaciones a una estación de Policía.
Lo que no está claro
Debido a que Josefa Cardona ingresó con el
bebé de Kellys a primeras horas del sábado, a pesar de que
estaba en una zona con dificultades de transporte como
Manzanillo del Mar, la Fiscalía investiga si, además del
policía Andrés Díaz, otras personas habrían sido cómplices
de Cardona en su traslado hacia el centro médico.
También son investigadas las razones por las
que, aunque quedó demostrado que varios policías estaban en
la estación cuando ocurrió el asesinato de Zapateiro, nadie
se percató del atroz crimen.
Algunos de los uniformados consultados por la
Fiscalía dijeron que no se alarmaron al escuchar el impacto
de bala ni al percatarse de la fogata, según ellos, porque
era habitual que el policía Andrés Díaz tuviera este tipo de
prácticas.
Sin embargo, para muchos de los nativos de
Manzanillo del Mar resulta sospechoso que ningún policía
hubiera percibido un crimen de tal magnitud.
Barranquilla
Pasajero sale expulsado por vidrio
panorámico de alimentador de Transmetro
El automotor frenó y el pasajero, de 58
años, voló por el aire y cayó.
Un hombre que viajaba como pasajero en
un alimentador de Transmetro salió
expulsado del vehículo, a través del
vidrio panorámico del automotor, tras
este frenar en una calle del barrio
Soledad 2000.
El pasajero, identificado como Jesús
García, de 58 años, quedó tendido en el
pavimento y fue auxiliado por
transeúntes y vecinos del lugar. Recibió
atención médica en la clínica Campbell
de la calle 30, donde le suturaron ocho
puntos y fue sometido a exámenes médicos
tras recibir un fuerte golpe en su
cabeza.
El hecho se presentó en horas de la
tarde del pasado viernes 11 de julio. El
video del accidente está disponible
debido a que un establecimiento
comercial, con cámaras de seguridad,
grabó el momento en que García se
accidenta.
Disturbios en Manatí por asesinato de
adolescente, por robarle moto
Sábado 07 de Junio de 2014 - 11:28am
La turba quemó llantas frente a la Alcaldía y
tiró piedras. Hay bloqueos entre Manatí y
Sabanalarga.
Exigiendo mayor seguridad en su municipio, este
sábado, una turba quemó llantas y tiró piedras
contra la sede de Alcaldía de Manatí, en
protesta por el asesinato de un adolescente cuyo
cuerpo fue encontrado entre las poblaciones de
Carreto y Candelaria.
Las primeras versiones indican que el menor de
17 años manejaba la motocicleta y fue abordado
por hombres que quisieron despojarlo del
vehículo. Al no dejarse robar lo asesinaron.
La gente enardecida por el hecho se dirigió a la
sede de la Alcaldía y realizaron una protesta
que se generó en disturbios que fueron
controlados por la fuerza pública.
El secretario de Hacienda de Manatí, en diálogo
con EL HERALDO, indicó que el alcalde de la
población Abel Devia estaba a cargo de la
situación y que efectivamente la gente llegó
hasta la sede de la Alcaldía con la intención de
quemarla.
En los últimos días, se disparó la inseguridad
en Manatí; cuatro motos han sido robadas por
delincuentes
Más de 2.000
atlanticenses regrsan de Venezuela Campo de
la Cruz, eje del retorno con el fin de la bonanza de
bolívares.
Domingo 04 de Mayo de 2014 - 12:15am
Fotografía: Las
calles de municipios como Campo de la Cruz permanecen solas,
como espejo de la escasez venezolana.
Campo
de la Cruz y el resto de municipios del sur del Atlántico,
enfrentan su segunda tragedia, que poco tiene que ver con
inundaciones y que tiene a sus pobladores con los bolsillos
vacíos. “Se están devolviendo casi todos los que vivían en
Venezuela”, exclama un mototaxista de Campo de la Cruz
llamado José Guerrero.
El fiel reflejo de
esta crisis, que se acrecentó en febrero cuando el
presidente Nicolás Maduro ordenó la suspensión del envío de
remesas por la devaluación del bolívar, es que diciembre,
Carnaval y Semana Santa no fueron lo mismo en el sur del
Atlántico.
Hasta hace un año,
era tradicional el arribo de camperos, suaneros,
santalucieros y manatieros que retornaban con los bolívares
que se habían ganado producto de su trabajo.
“Los tenderos no
daban abasto para vender cerveza y ron, lo mismo que los
vendedores de motos. Las fiestas eran de todos los días, con
sancocho y conjuntos vallenatos”, rememora hoy Gustavo De la
Rosa, inspector de Suan.
De aquella bonanza
de bolívares apenas queda el recuerdo porque estiman que por
la crisis en Venezuela, 2.000 pobladores del sur del
Atlántico decidieron regresar a sus pueblos desde comienzos
de este año.
La
crisis no solo se palpa en la crítica economía
de las familias, sino en el comercio, porque tal
como lo recuerda De la Rosa, en un fin de
semana, cada tienda llegó a vender hasta 400
cajas de cerveza, pero de diciembre para acá,
escasamente llegan a las 120.
“Llegamos, pero para quedarnos porque ya no es
lo mismo”, dice Johnny Vásquez, con 44 años de
residencia en el vecino país.
Danitza Rojano,
una campera que cumple 35 años viviendo en
Venezuela y que regresó a su tierra natal a
visitar a sus nietos, afirma que la situación
“está malísima para conseguir trabajo y todo
está muy inseguro allá”.
Agrega
que ha visto cómo muchos han regresado porque
han perdido lo poco que habían conseguido.
El
alcalde de Campo de la Cruz, Luis Enrique Gómez,
señala que hacia la década de los 80, estos
municipios protagonizaron una numerosa
emigración hacia el vecino país, “en búsqueda de
un mejor vivir”.
Así fue
como Campo, Suan, Manatí, Candelaria y Santa
Lucía empezaron a cambiar las paredes de palo
por muros de concreto en cada casa, pues con el
dinero que enviaban los residentes en Venezuela,
las familias empezaron a mejorar su calidad de
vida.
“Se
podían dar el lujo de vacacionar y de regresar
para las fiestas patronales de sus pueblos”,
añade De la Rosa.
Sin embargo, por la
devaluación del bolívar y la suspensión del envío de remesas
a sus familiares, esta zona del Atlántico atraviesa una
segunda crisis socioeconómica, cuando apenas se empezaba a
levantar de los efectos de las inundaciones de 2010.
La angustia es tal,
que hasta en el templo católico de los pueblos se escucha el
lamento. El padre Henry Iglesias, párroco de Campo de la
Cruz, cuenta que en las jornadas de oración que
realiza todos los jueves, la gente reza mucho para que
mejore la situación en Venezuela y “así todos puedan
retornar a trabajar como antes”.
Solo en marzo, la
oficina de Migración Colombia reportó el ingreso de 13.569
personas provenientes de Venezuela, de diferentes
nacionalidades.
Para lo que va del
2014, el número de ciudadanos que se ha desplazado desde
Venezuela hacia Colombia asciende a 51.842. De esta cifra,
el 57,31% de ingresos fueron realizados a través de alguno
de los puntos de control terrestre de Migración, ubicados en
Cúcuta, Paraguachón o Arauca. Siendo estos puntos los
más usados por quienes viajan entre el Sur del Atlántico y
Venezuela, según el relato de quienes regresan.
Subió demanda en
colegios. El retorno masivo de nacionales reportado en el
último mes también se refleja en la creciente demanda de
cupos escolares.
La coordinadora
académica del colegio La Inmaculada, uno de los cuatro que
funciona en el municipio de Campo, asegura que le han
solicitado unos 70 cupos en las últimas tres semanas para
básica primaria y secundaria. “Todos los casos corresponden
a familias que llegan desde Venezuela con la intención de
radicarse”, afirma. “Lamentablemente, no tenemos cupo para
todos”.
Para Rafael Muñoz,
quien llegó a su pueblo natal hace tres meses tras vivir 55
años en el vecino país, Campo de la Cruz es visto como un
pueblo próspero por los bolívares que ingresaron en los
últimos años.
“Si no hubiese sido
por las remesas que enviaban los camperos residentes en
Venezuela, este pueblo nunca se hubiera levantado con lo que
le pasó en el 2010 tras la ruptura del dique, porque del
Gobierno Nacional no se ha recibido suficiente aporte”,
indica Rafael.
El padre Henry
señala que la solución está en que la gente encuentre nuevas
formas de subsistir para salir adelante “con la ayuda de
Dios”.
Entretanto, algunos
camperos toman los ahorros que quedaron de la época de
bonanza e intentan resurgir tras regresar a la tierra que
hace años dejaron atrás.
Las voces de los
camperos que regresaron a su tierra
“Soy técnica
auxiliar en enfermería, estuve en Venezuela durante cinco
años y allí cuidé enfermos. Con lo que ganaba, enviaba
remesas a mis dos hijos y mis padres. Mi casa la construí
con el dinero que obtuve allá. Llegué a Venezuela el mismo
día que suspendieron el envío de las remesas, enseguida
pensé que las cosas así no me iban a beneficiar.
Encontré colas en
los supermercados porque no había comida. Veía que la gente
se peleaba por una bolsa de leche, y pensé: esto no va para
más, yo me regreso a mi país a vivir con mis hijos. En total
solo estuve unos 15 días y ya cumplo dos meses de haber
regresado. Llamé a mi trabajo y les anuncié que retornaba a
mi país porque temía por mi vida. Tomé mis ahorros, mi
esposo compró unas vacas y con eso nos estamos manteniendo”.
Johnny Vásquez
vivió 44 años en Venezuela y regresó hace 45 días
“Cerré los ojos y decidí regresar. Es deprimente lo que está
pasando en Venezuela. Se gana muy poco dinero para todos los
gastos que hay. Tengo tres hijos y dos se quedaron allá por
cuestiones de estudio, llegué con la menor y estoy buscando
un cupo en un colegio.
Tenía una
constructora, pero se vino a pique desde 1999. Tuve que
enfrentar muchas cosas, entre esas, el pasar de ser gerente
de una compañía, a tener que regresar a ser maestro de obra,
con las botas puestas y la espátula en la mano. Tuve que
levantar paredes y colocar puertas.
A Campo de la Cruz
solo venía de paseo, pero el pasado 15 de marzo volví para
no regresar. Ahora, a mis 46 años, comienzo de cero, pues no
permitieron el ingreso de mis herramientas a Colombia porque
está prohibido. En el momento, estoy buscando empleo”.
Rafael Muñoz
trabajó 55 años en
Venezuela y regresó hace 3 meses.
“Vine a Campo de la Cruz y tengo ganas de devolverme. Allí
vivía en el estado de Miranda, trabajaba como albañil y
pintor. No siempre había trabajo, pero algo se hacía.
Estoy afectado
porque no recibo la remesa que me daban mis hijos. Yo nunca
he comido con un peso de mi patria, todo ha sido con los
bolívares de Venezuela, algo triste pero cierto. Ahora mismo
tengo mi casa destruida por las consecuencias de la ola
invernal y nadie hace algo por ayudarme. La vida de Campo de
la Cruz ha girado en torno a los envíos que hacíamos los que
vivíamos en Venezuela. Por eso es que este pueblo todavía
está vivo, después de todo lo que le sucedió.
Lo que se está
viviendo ahora es una verdadera sequía ante la ausencia de
los bolívares que recibía. ¿Quién le ayuda a los camperos?
Yo estoy prestando dinero, esperando a ver qué sucede”.
Capturan a 16 policías por
extorsión en Córdoba La banda habría robado más de $2.500
millones, según director de Policía.
Martes 29 de Abril de 2014 - 1:13am Fotografía: Algunos de los
capturados cuando eran ingresados a Medicina Legal en
Montería. De allí fueron enviados a Bogotá. Dieciséis
miembros activos de la Policía y cuatro retirados fueron
capturados ayer en Montería así como 12 civiles en otras
ciudades, sindicados de hacer parte de una “organización
criminal dedicada al hurto en todas sus modalidades” en la
región Caribe y Cundinamarca.
Según la Dirección Nacional de
Fiscalía Especializada contra el Crimen Organizado, la banda
delinquía además en en Córdoba, Sucre, Atlántico y
Magdalena, en donde “habría hurtado más de 2.500 millones de
pesos en residencias, entidades bancarias, establecimientos
de comercio, estaciones de servicio y bancos electrónicos
entre otros”.
Los jefes de la organización eran
alias ‘El Tío’, exagente policial, y su sobrino, alias ‘Yeir’,
quienes evaluaban los posibles golpes que les planteaban los
otros miembros y decidían si perpetraban o no los robos.
La logística criminal que solían
manejar estaba integrada por “policías del sector con su
respectivo radio de comunicaciones, personas civiles que
participaban con funciones definidas, vehículos, armas y
herramientas".
Una vez la Fiscalía presentó los
resultados ante el Juzgado 77 Penal Municipal con funciones
de control de garantías, el despacho ordenó 32 capturas
entre las que se encuentran 16 policías activos en los
grados de intendentes, patrulleros y cuatro más retirados.
Las capturas se produjeron en
diligencias de allanamiento en Montería, Sincelejo,
Barranquilla, Cartagena, Caucasia (Antioquia) y Girón
(Santander).
Los delitos por los que sindican a
los sujetos son los de concierto para delinquir agravado en
concurso heterogéneo con el de hurto calificado y agravado,
prevaricato por omisión y concusión
Esposos
cartageneros protagonizaron en Italia una triste
historia: Él la mató y luego se suicidó
Por Rubén Darío Rodríguez G.
Octubre 11 de 2013
El pasado miércoles 2 de octubre de 2013 a las 3
de la tarde fueron a darle la mala nueva a los
padres de la joven cartagenera Yurani Jiménez
Cuadrado, de 29 años, en el barrio Los Cerezos,
en la zona suroccidental de Cartagena.
A su hija la había matado, en un arrebato de
celos y rabia, su esposo y amor de toda su vida,
Michaele Emmanuel Ocampo Ballestas, de 29 años.
Tras una discusión, Michaele la asfixió en su
habitación.
Él, además, en su
locura, una vez terminó con la vida de su esposa, se
acuchilló el cuerpo, salió corriendo, enceguecido, y se tiró
al paso de un tren, que le pasó por encima.
Todo ocurrió en
Revoreto, una ciudad manufacturera del norte de Italia.
Fue el fin de una
larga historia de amor. Desde los 5 años eran amigos y se
hicieron novios siendo adolescentes.
A Yurani y Michaele
los recuerdan en los barrios Los Cerezos y Los Alpes como
una pareja de novios felices que se paseaban juntos por las
calles. Ella era patinadora y muy atractiva.
Ambas familias eran
amigas y aceptaron el enamoramiento. Michaele se fue primero
para Italia con su madre. El noviazgo siguió a través de las
redes sociales. Se conectaban con frecuencia para saber el
uno del otro. Pero la lejanía fue mermando la pasión. El
joven regresó un tiempo a Cartagena y logró reconquistar a
su amor.
Con el tiempo, la
madre le consiguió a Michaele su nacionalidad italiana. Fue
entonces cuando el joven le propuso matrimonio a su amada
Yurani para llevarla a Europa.
Atentan contra conductor de bus de Sobusa en la carrera 14
con 56 La victima un sabanalarguero
Junio 25 de 2013
Un nuevo atentado criminal, como consecuencia de las
extorsiones que afectan al sector transportador, se registró
a las 8 de la noche de este martes en la carrera 14 con
calle 56, sur de Barranquilla.
Según los primeros informes de la Policía, sicarios en moto
atentaron a bala contra el conductor del bus de Sobusa de
placas STN 924 y número interno 211, identificado como
Giovanni Rafael Fontalvo De los Reyes, quien se desplazaba
en su ruta por el sector de la carrera 14 con calle 56,
entre los barrios La Ceiba y San Vicente, logrando herirlo
en sus brazos. Recibió tres disparos en los brazos: uno en
el izquierdo y dos en el derecho.
Una vez lo hirió, el sicario detuvo la moto con intención de
rematarlo. Pero dos agentes de la Sijin que viajaban de
civil reaccionaron y lograron impactar al parrillero quien
huyó y a esta hora es buscado en centros asistenciales.
El conductor fue trasladado de inmediato al Hospital ESE
CARI de Alta Complejidad. De acuerdo con las autoridades y
los médicos del Hospital CARI, las heridas no son letales.
Trascendió que el conductor Giovanni Rafael Fontalvo De los
Reyes está fuera de peligro y que en el intercambio de
disparos uno de los agentes fue rozado en el abdómen por una
bala de los sicarios.
De 42 años, Giovanni Rafael Fontalvo De los Reyes, nació y
reside en Sabanalarga. Es padre de tres hijos y lleva 8 años
trabajando en Sobusa.
En Barranquilla,
caída de un carro desde un quinto piso dejó una persona
muerta Mayo 15
de 2013