Conducir bajo los efectos del
alcohol y drogas causa tragedias
Hay muchas personas que en nombre de
la libertad personal todavía no
entienden la ley de responsabilidad
que prohíbe el consumo de alcohol y
drogas al conducir
Llegó la hora de
tomar conciencia. Evitemos tragedias compartiéndolo con
nuestros familiares y amigos que conducen vehículos.
Confío usted lo pueda compartir con el mayor número de
personas para lograr que las personas tomemos conciencia
Santos
sancionó ley que castiga a conductores ebrios, que entra
a regir el fin de semana.
Diciembre 19 de 2013 Este jueves,
desde la Casa de Nariño, el presidente Juan Manuel
Santos sancionó la ley que endureció los castigos contra
los conductores que utilicen sus carros en estado de
embriaguez o bajo los efectos de drogas ilícitas, y dio
la orden explícita a las autoridades de evitar que
cualquier persona cometa este tipo de conductas....
Santos aseguró
que esta norma es “una ley que nos hacía
falta y que envía un mensaje claro y
contundente al país: no más borracho en las
vías, no más víctimas del coctel criminal
del alcohol y la gasolina”.
El mandatario aclaró que la intención es que
los alcances de la norma entren en vigencia
lo más pronto posible, para evitar que en
las fiestas de fin de año se presenten
accidentes causados por el uso del carro
bajo los efectos del alcohol o de sustancias
alucinógenas.
“No podemos seguir permitiendo que personas
borrachas o bajo efectos de la droga cojan
un carro y les quiten la vida a otras”,
precisó Santos, quien advirtió que “estoy
dando instrucciones al Ministerio de
Transporte y a la Policía Nacional, general
Palomino, para que obren con toda la
celeridad y con toda la eficacia de forma
que las medidas se apliquen desde este mismo
fin de semana”.
Desde la Casa de Nariño también se pronunció
el general Rodolfo Palomino, director de la
Policía, quien hizo un llamado a la
ciudadanía para que denuncien actos de
eventual corrupción de los uniformados y de
los propios conductores borrachos que no
quieran ser sancionados.
“Si alguien aprecia
irregularidades en ese procedimiento policial,
especialmente de contención de quienes conducen en
estado de alicoramiento, de inmediato marquen al 166,
línea directa anticorrupción”, precisó el oficial.
Esta norma, recientemente aprobada por el Congreso,
contempla drásticas sanciones para quienes cometan este
tipo de conductas ilícitas, que van desde castigos
administrativos hasta penales.
El presidente del Senado, el liberal Juan Fernando
Cristo, aseguró que se aplicarán “sanciones económicas
que van desde 1’800.000 pesos para quien sea pillado por
primera vez en un estado mínimo de alcoholemia, hasta
28’000.000 de pesos que tendrá de multa quien sea
pillado por tercera vez en estado de alcoholemia. Y la
suspensión de la licencia va desde un año hasta la
cancelación definitiva de este documento”.
‘No más
borrachos en las vías, no más víctimas del coctel
criminal del alcohol y la gasolina’: Presidente Santos
19 de Diciembre de 2013 |
Al sancionar la
'Ley para la conducción bajo el
influjo del alcohol y otras sustancias psicoactivas',
el Mandatario dio instrucciones al Ministerio de
Transporte
y a la Policía Nacional para que “desde este mismo fin
de semana” se apliquen las medidas con toda celeridad y
eficacia.
¡No más borrachos en las
vías, no más víctimas del coctel criminal del alcohol y
la gasolina!
No podemos seguir
permitiendo que personas borrachas o bajo efectos de la
droga cojan un carro y les quiten la vida a otras.
No es posible que cada
día, cada noche, tengamos víctimas heridas o fatales
cuyo único pecado es estar en una vía pública.
Los colombianos exigían
una ley para enfrentar el problema y no nos quedamos
cruzados de brazos.
En los últimos 5 años un
proyecto para afrontar este problema se ha presentado en
más de 10 ocasiones, y en todas se hundió. Se hundió por
falta de consenso y por falta de compromiso.
Finalmente, el Congreso lo
aprobó el lunes pasado gracias al apoyo de la Mesa de
Unidad y de las bancadas de oposición, y gracias también
al impulso del Gobierno Nacional.
¡Muchas gracias, señores
congresistas, por cumplirle al país!
Y desde ya se empieza a
aplicar.
Teniendo en cuenta las
festividades de Navidad y Año Nuevo, estoy dando
instrucciones al Ministerio de Transporte y a la Policía
Nacional, General Palomino, para que obren con toda la
celeridad y con toda la eficacia de forma que las
medidas se apliquen desde este mismo fin de semana.
La ley contiene sanciones penales y
administrativas,
dependiendo del grado de alcohol y de la reincidencia. Y
además cumple con la función de PREVENIR, esa palabra es
muy importante: PREVENIR, porque a partir de
ahora quien vaya a manejar después de consumir alcohol o
de consumir drogas, tendrá que pensarlo dos veces.
Las penas aumentan. Por
ejemplo, en el caso de homicidio por conducción bajo
efectos del alcohol, la pena aumenta de dos terceras
partes al doble, y puede llegar hasta 18 años de cárcel.
Las multas por manejar
ebrio van de más de
1 millón 700 mil
pesos hasta 28 millones de pesos.
Y hay multas por
reincidencia: si un conductor es descubierto por segunda
vez manejando ebrio, tiene que pagar el 15 por ciento
del valor comercial del vehículo que esté manejando.
También se inmovilizará el
vehículo, y habrá suspensión a la licencia de conducción
que puede ser de 1 a 10 años o incluso en forma
definitiva.
Los conductores ebrios,
además, deberán resarcir a la sociedad con obras
sociales.
Este es un paso muy
importante. Es un mensaje claro para que nadie más
cometa la irresponsabilidad de manejar con tragos o bajo
el efecto de las drogas.
Que quede claro: ¡CERO TOLERANCIA,
CERO TOLERANCIA A LA MEZCLA DE ALCOHOL Y CONDUCCIÓN!
Cuando es
sorprendido por
primera
vez
1. Si
registra grado cero de alcohol (entre 20 y 39 miligramos
de etanol): le suspenderán la licencia por un año, su
vehículo será inmovilizado por un día, deberá pagar 90
salarios diarios legales vigentes -SDLV- ($1.768.500) y
20 horas de trabajo comunitario.
2.
Si registra grado uno de alcohol (entre 40 y 90
miligramos de etanol): La licencia del conductor será
suspendida por tres años, el vehículos será inmovilizado
por tres días, la multa será de 180 SDLV ($3.537.000) y
deberá pagar 30 horas de trabajo comunitario.
3.
Si registra grado dos de alcohol (entre 100 y 149
miligramos de etanol): El conductor quedará con la
licencia suspendida por cinco años, el vehículo será
inmovilizado por 6 días, la multa será de 360 SDLV($7.074.000)
y deberá pagar 40 horas de trabajo comunitario.
4.
Si registra grado tres de alcohol (150 miligramos o más
de etanol): La licencia será suspendida por 10 años, el
carro será inmovilizado por 10 días, la multa será de
720 SDLV ($14.148.000) y deberá pagar 50 horas de
trabajo comunitario.
Cuando es
sorprendido por
segunda
vez (Reincidencia):
1.
Si registra grado cero de alcohol (entre 20 y 39
miligramos de etanol): Si el conductor es sorprendido
conduciendo en estado de alicoramiento por segunda vez y
registra grado cero de alcohol su licencia será
suspendida nuevamente, esta vez por año, deberá pagar
una multa de 135 SDLV ($2.652.750) y el vehículos será
inmovilizado por un día.
2.
Si registra grado uno de alcohol (entre 40 y 90
miligramos de etanol): Si el conductor es sorprendido
conduciendo en estado de alicoramiento por segunda vez y
registra grado uno de alcohol, la suspensión de la
licencia será por 6 años, la multa será de 270 SDLV
($5.305.500), el vehículo será inmovilizado por 1 día y
deberá pagar 50 horas de trabajo comunitario.
3.
Si registra grado dos de alcohol (entre 100 y 149
miligramos de etanol): Si el conductor es sorprendido
conduciendo en estado de alicoramiento por segunda vez y
registra grado dos de alcohol, su licencia será
suspendida por 10 años, deberá pagar una 540 SDLV
($10.611.000), el vehículo será inmovilizado 5 días y
deberá pagar 60 horas de trabajo comunitario.
4.
Si registra grado tres de alcohol (150 miligramos o más
de etanol): Si el conductor es sorprendido conduciendo
en estado de alicoramiento por segunda vez y registra
grado tres de alcohol, su licencia de conducción será
cancelada definitivamente, deberá pagar 1.080 SDLV
($21.222.000), 80 horas de trabajo comunitario y el
vehículo será inmovilizado por 20 días.
Cuando es
sorprendido por
tercera
vez:
1.
Si registra grado cero de alcohol (entre 20 y 39
miligramos de etanol): Si por tercera vez, un conductor
es sorprendido por las autoridades conduciendo en estado
de alicoramiento y registra grado cero de alcohol, su
licencia quedará suspendida por 3 años, deberá pagar una
multa de 180 SDLV ($3.537.000), 30 horas de trabajo
comunitario y el vehículo será inmovilizado por 30
horas.
2.
Si registra grado uno de alcohol (entre 40 y 90
miligramos de etanol): Si por tercera vez, un conductor
es sorprendido por las autoridades conduciendo en estado
de alicoramiento y registra grado uno de alcohol su
licencia será cancelada definitivamente, deberá pagar
una multa de 320 SDLV ($7.074.000), 60 horas de trabajo
comunitario y el vehículos será inmovilizado por 10
días.
3.
Si registra grado dos de alcohol (entre 100 y 149
miligramos de etanol): Si por tercera vez, un conductor
es sorprendido por las autoridades conduciendo en estado
de alicoramiento y registra grado dos de alcohol, su
licencia será cancelada definitivamente, la multa que
deberá pagar es de 720 SDLV ($14.148.000), 80 horas de
trabajo comunitario y el vehículo será inmovilizado por
20 días.
4.
Si registra grado tres de
alcohol (150 miligramos o más de etanol): Si por tercera
vez, un conductor es sorprendido por las autoridades
conduciendo en estado de alicoramiento y registra grado
tres de alcohol, su licencia será cancelada
definitivamente, la multa que deberá pagar es de 1.440
SDLV ($28.296.000), 90 horas de trabajo comunitario y el
vehículo será inmovilizado por 20 días.
Fecha de última
actualización: 19 de Diciembre de 2013
Consulte aquí la Ley 1696 del 19 diciembre de 2013
La
embriaguez al volante: un acto criminal
Por Fernando Rey
Valderrama* www.semana.com
Publicado el 13 de abril de 2011
Parecieran inútiles y perdidos los esfuerzos para atajar
la irresponsabilidad de quienes se
empeñan
en beber alcohol antes de subirse a manejar un carro.
El Fondo de Prevención
Vial Nacional, entre las importantes
campañas que buscan
reducir sustancialmente la accidentalidad en Colombia,
adelanta actualmente una muy importante: dictar
seminarios a distintas Universidades con experiencias,
conferencias y estadísticas sobre las varias causas que
originan de la accidentalidad: deficientes diseños y
malas construcciones viales, pésima señalización, el
efecto conductor, pobre
mantenimiento de los vehículos y
el alcoholismo, etc.
A los seminarios son
invitados expertos de talla internacional y nacional en
la prevención de accidentes; es el escenario propicio
donde estudiantes y profesionales analizan las causas,
los comportamientos y los efectos desastrosos de la
accidentalidad, pandemia que en Colombia dejó el año
pasado 5.000 muertos e innumerables heridos y
discapacitados.
Son eventos que tienen
como propósito inculcar en los estudiantes el concepto
de la seguridad en las vías y la responsabilidad en la
conducción de los vehículos, además de servir de efecto
multiplicador en una sociedad que cada vez se muestra
más indiferente ante la cantidad de muertos que quedan
tendidos en los pavimentos por culpa de la estupidez de
conductores dipsomaníacos.
Parecieran
inútiles y perdidos los esfuerzos para atajar la
irresponsabilidad de quienes se empeñan en beber alcohol
antes de subirse a manejar un carro. Hay historias que
superan el absurdo como la de aquella muchacha tan ebria
que rodó con alguien más al canal de aguas de la Calle
127 en Bogotá dentro del vehículo e intentó reanudar su
marcha cuando la despertaron en medio de la noche y de
botellas de trago. O aquel chofer de una buseta que,
borracho, se llevó por delante un auto con tres personas
que murieron al instante y por poco no rescatan los
cadáveres de entre las latas. Ejemplos como estos, que a
diario reportan todas las noticias, nos muestran que en
Bogotá desgraciadamente hay un fallecimiento diario por
accidente con orígenes en el consumo de alcohol.
La doctora María del
Carmen del Río Gracia, investigadora del Departamento de
Farmacología y Terapéutica de la Facultad de Medicina de
la Universidad de Valladolid, en una reciente
investigación demuestra que son tan desastrosos los
efectos del alcohol en el cerebro que vale la pena
citarlos: “produce una depresión no selectiva del
sistema nervioso central, deteriora la función
psicomotora, modifica el comportamiento de la persona,
la ubicación y la capacidad para seguir objetos
visualmente se deteriora, se reduce y se altera la
visión periférica y se retrasa la recuperación de la
visión después de un deslumbramiento”.
El alcohol produce un
efecto de hipervaloración y seguridad que, sumado al
deterioro de las funciones descritas, hace que el chofer
no sea consciente y origine mayores riesgos de una
tragedia; además el alcohol puede alterar la
personalidad y bajo sus efectos presentarse reacciones
de euforia, agresividad y conductas temerarias como la
alta velocidad, entre otras.
La ingesta de trago ataca
la capacidad del individuo a reaccionar a determinadas
situaciones y, como lo sostiene la investigadora, “el
alcohol produce desastrosos efectos sobre la
coordinación de ambas manos, sobre la atención y la
resistencia a la monotonía.” El problema es además grave
porque, una vez pasadas las primeras horas de la
embriaguez, los efectos continúan y en el enguayabado
persisten los problemas psicosomáticos del ebrio.
Por todo lo descrito, da
grima, pesar y vergüenza leer las razones que adujeron
algunos parlamentarios, quienes ahogaron un proyecto de
Ley que incrementaba drásticamente las penas a aquellos
matones dipsomaníacos al volante, con razones baladíes y
faltas de sindéresis; he aquí algunas perlas:
“En ese tema en Colombia
hay un exceso de legislación y que penalizar a quien
está en estado de embriaguez me parece extremo". (¿??)
"Nunca he creído que
aumentar penas aisladas sea una política adecuada en
materia criminal y por ello me opongo al proyecto. Es
mejor esperar que los estudiosos de esa política traigan
recomendaciones al Congreso”.
“La iniciativa estaba bien
intencionada, pero hay que madurarla y que nuevos tipos
penales no arreglan el problema de los conductores
ebrios.”
Una saludable medicina
para tan despistados legisladores, es recomendarles la
lectura juiciosa de las normas que prevén los Estados
Unidos o Europa para los causantes de estas terribles
tragedias. Aunque allí también se tienen esas excusas
propias de nuestra idiosincrasia como: “es que voy de
afán”, “es que fue solo traguito”, “es que usted no sabe
quién soy yo”, argumentos para evadir el comparendo
según lo relata el periodista Pirry, son el preámbulo de
muchas de las muertes violentas en las carreteras y en
las calles de nuestras ciudades.
Si alguien es enfermo por
el trago e incapaz de dejar de beber así tenga que
conducir, haga un inmenso sacrificio y favor a quienes
aún estamos vivos: deje el carro en casa o entregue las
llaves; recuerde que una actitud irresponsable no tiene
por qué causar heridas o discapacidades de por vida o
matar a inocentes personas. No sea el causante de tanto
dolor ajeno, conténtese con saber que con su actitud
también contribuye a un sepelio: el suyo, como víctima
segura de una imparable cirrosis.